25 de febrero de 2016

EL HOMBRE QUE HACÍA MILAGROS


Los niños de la catequesis están viendo esta maravillosa película. 

Una película maravillosa sobre la historia que cambió el mundo. Producida por Mel Gibson

Está película narra como llegan a la ciudad galilea de Séforis, Jairo y su hermana Tamara, enferma, para consultar a un médico.

Coinciden con Jesús y enseguida comprenden la singularidad del desconocido, de quién oirá maravillas y volverá a verlo más veces; siempre haciendo el bien.

El diagnóstico del doctor no da esperanzas de salud para la niña, no obstante sus padres confían en Jesús.

Tras el fallecimiento de la niña, Jesús se acerca a ella y la resucita.

Este y otros portentos, referencias a su vida pública, completan el contenido de este film.

21 de febrero de 2016

MADRE MARÍA EVANGELISTA QUINTERO MALFAZ

 El viernes, 19 de febrero, la Sagrada Congregación para la Causa de los Santos aprobó el Proceso Diocesano de Madre María Evangelista Quintero Malfaz. 
Al canonizar a ciertos fieles, es decir, al proclamar solemnemente que esos fieles han practicado heroicamente las virtudes y han vivido en la fidelidad a la gracia de Dios, la Iglesia reconoce el poder del Espíritu de santidad, que está en ella, y sostiene la esperanza de los fieles proponiendo a los santos como modelos e intercesores (cf Concilio Vaticano II, Lumen Gentium 40; 48-51). "Los santos y las santas han sido siempre fuente y origen de renovación en las circunstancias más difíciles de la historia de la Iglesia" (Exhortación Apostólica Christifideles Laici 16, 3).
(Catecismo de la Iglesia Católica, número 828).


Etapas en un proceso de Canonización
Son cuatro pasos:
1. Siervo de Dios.
El Obispo diocesano y el Postulador de la Causa piden iniciar el proceso de canonización. Y presentan a la Santa Sede un informe sobre la vida y las virtudes de la persona.
La Santa Sede, por medio de la Congregación para las Causas de los Santos, examina el informe y dicta el Decreto diciendo que nada impide iniciar la Causa (Decreto "Nihil obstat"). Este Decreto es la respuesta oficial de la Santa Sede a las autoridades diocesanas que han pedido iniciar el proceso canónico.
Obtenido el Decreto de "Nihil obstat", el Obispo diocesano dicta el Decreto de Introducción de la Causa del ahora Siervo de Dios.
2. Venerable.
Esta parte del camino comprende cinco etapas:
a) La primera etapa es el Proceso sobre la vida y las virtudes del Siervo de Dios. Un Tribunal, designado por el Obispo, recibe los testimonios de las personas que conocieron al Siervo de Dios. Ese Tribunal diocesano no da sentencia alguna; ésta queda reservada a la Congregación para las causas de los santos.
b) La segunda etapa es el Proceso de los escritos. Una comisión de censores, señalados también por el Obispo, analiza la ortodoxia de los escritos del Siervo de Dios.
c) La tercera etapa se inicia terminados los dos procesos anteriores. El Relator de la Causa nombrado por la Congregación para las Causas de los Santos, elabora el documento denominado "Positivo". En este documento se incluyen, además de los testimonios de los testigos, los principales aspectos de la vida, virtudes y escritos del Siervo de Dios.
d) La cuarta etapa es la Discusión de la "Positio". Este documento, una vez impreso, es discutido por una Comisión de Teólogos consultores, nombrados por la Congregación para las Causas de los Santos. Después, en sesión solemne de Cardenales y Obispos, la Congregación para las Causas de los Santos, a su vez, discute el parecer de la Comisión de Teólogos.

13 de febrero de 2016

Hoja Parroquial - Domingo 1 Cuaresma - Ciclo C


UNA CUARESMA MISERICORDIOSA




El pasado miércoles, comenzamos con la imposición de la ceniza, el tiempo cuaresmal. Tenemos por delante cuarenta días en el que tendremos la oportunidad de verificar nuestra vida al lado de la Palabra de Dios. Ya hemos comenzado el itinerario cuaresmal, que este Año Jubilar, viene también motivado por la misericordia. Fano, nuestro dibujante religioso, nos invita a subir a la cumbre pascual, como nos canto Antonio Alcalde en su preciosa canción.

Precisamente así reza el título del mensaje del Santo Padre para esta cuaresma: “Misericordia quiero y no sacrificio” (Mt 9, 13). Un texto muy breve, tomado del evangelio de Mateo, en el que Jesús el Señor nos podría expresar más alto pero no más claro su deseo relacional para con el hombre; el trato de Dios con nosotros pasa por ser misericordiosos. “Jesucristo es el rostro de la misericordia del Padre” (MV 1), lo es desde siempre y para siempre con nosotros, ahora nos corresponde a nosotros gustar esa misma misericordia, canalizarla, para llenar el vacío de esta que se percibe no solo en la sociedad, sino también muchas veces en nosotros mismos. Estamos llamados a experimentar en primera persona la cercanía y el perdón de Dios, y de este modo convertirnos en testigos de la misericordia de Dios.

En el mensaje del Papa Francisco podemos descubrir preciosas pistas para llevar con nosotros en este recorrido jubilar cuaresmal: María, icono de una iglesia que evangeliza porque es evangelizada; la alianza de Dios con los hombres: una historia de misericordia; y, por último, las obras de misericordia. 

Como dice Francisco: “No perdamos este tiempo de Cuaresma favorable para la conversión”. ¡Ánimo, Dios está con nosotros!




12 de febrero de 2016

MIÉRCOLES DE CENIZA

El pasado 10 de febrero celebramos en nuestra parroquia el inicio de la Cuaresma, lo hicimos con el signo propio de este día: "la ceniza". Hay una larga tradición, tal como se explica brevemente en la imagen de la derecha.

Toda la comunidad estaba invitada a esta cita, y allí nos reunimos un buen grupo de nuestra parroquia: niños, jóvenes y mayores. Todos para comenzar el recorrido hacia la cumbre Pascual. La primera jornada: "el miércoles de ceniza".

La Cuaresma es el tiempo litúrgico que precede a la Pascua y nos prepara para vivir intensamente la fiesta fundamental del cristiano. Pascua quiere decir "paso", el paso de Dios, también por nosotros, por nuestro contexto, solo lo reconoceremos con un corazón bien preprado, sensible, apegado al corazón de Jesús, con el que nos querremos ir identificando a lo largo de los cuarenta días que dura la Cuaresma. 

El ejercicio del Viacrucis nos ayudará a sintonizar con la humanidad de Cristo, que se hizo hombre, uno como nosotros, pero que venció toda tentación y por ello nunca pecó. A este hombre nos queremos parece, con Él nos queremos identificar, por nuestra salvación.

Pero aún recuerdo como una chica en un colegio me preguntó: "pero, Jesús, ¿de qué nos salva?". Efectivamente, un corazón duro, que parece que lo tiene todo, lleno de ruido y vanagloria, etc. difícilmente puede sentir la salvación de Dios, solo lo reconocerá "un corazón humilde y misericordioso". Jesús nos regala la salvación pero no todos la reconocemos como tal, es más -a veces- la podemos sentir intermitentemente, se nos olvida y no somos conscientes de la Presencia de Dios en nuestra vida que lo llena todo de felicidad y frescura.

Jesús nos salva por medio de su amor y nos contagia de su amor. Nuestras vidas serán más plenas en la medida en la que estemos apegados a Él y nos dejemos configurar con Él. Jesús quiere nuestra salvación, es lo mismo que decir "quiere nuestra felicidad". La felicidad verdadera, pues aunque tengamos muchas cosas podemos tener un vacío muy grande, es en el interior donde Jesús llena. 


9 de febrero de 2016

PRESENTACIÓN DE LOS NIÑOS BAUTIZADOS EN EL ÚLTIMO AÑO

El pasado domingo celebramos en la Misa Familia, junto a algunos de las familias que han bautizado a sus hijos en el pasado año, la presentación de los niños en el templo. El pasado 2 de febrero pudimos celebrar la Presentación del Niño Jesús en el Templo. 

Es un momento muy bonito para reunir a los papás de estos niños. Y poderles recordar su responsabilidad como educadores de la fe, ya desde pequeñitos. El despertar religioso se hace en la familia.

La parroquia se alegra cuando la semilla que siempre el Señor en sus fieles se puede ver crecer en compañía de tantos granos, que intentamos dar el fruto que podamos, dependiendo de la tierra y de tantos factores que repercuten en nosotros.



A LAS 19,00H EN LA IGLESIA PARROQUIAL


2 de febrero de 2016

Fiesta de la Presentación del Niño Jesús en el Templo


A esta fiesta la solíamos llamar antiguamente -quiero decir, antes del Concilio- la Candelaria o Fiesta de la Purificación de la Virgen. Venía considerada como una de las fiestas importantes de Nuestra Señora. Lo más llamativo era la procesión de las candelas. De ahí el nombre de "Candelaria". Era una procesión clásica, tradicional, atestiguada ya en antiguos documentos romanos. En concreto, el Liber Pontificalis nos asegura que fue el Papa Sergio I, a finales del siglo VII, quien dispuso que se solemnizaran con una procesión las cuatro fiestas marianas más significativas por su antigüedad: la Asunción, la Anunciación, la Natividad y, por supuesto, la Purificación. Éste sería seguramente el origen de la procesión de las candelas.

Esta fiesta había sido importada de Oriente. Su nombre original -hypapante-, de origen griego, así lo indica. Esa palabra, que significa "encuentro", nos desvela el sentido original de esa fiesta: es la celebración del encuentro con el Señor, de su presentación en el templo y de la manifestación del día cuarenta. Los más antiguos libros litúrgicos romanos aún siguieron conservando durante algún tiempo el nombre original griego para denominar esta fiesta.

Todo esto ya quedó aclarado en el volumen anterior en que se intentó, con toda lógica, vincular esta fiesta al ciclo navideños de la manifestación del Señor. Allí quedó señalado que esta fiesta, tal como ha quedado diseñada en el actual calendario de la Iglesia a raíz del Concilio Vaticano II, recuperando de este modo su sentido original, no es precisamente una fiesta de la Virgen, sino del Señor.

EL PAPA AFIRMA QUE EL MEJOR AYUNO EN CUARESMA ES PAGAR SALARIOS JUSTOS Y COMPLETOS: "NO EN NEGRO"


En un vigoroso ataque a la hipocresía, el Papa Francisco advirtió que no se pueden utilizar ni la asistencia a misa, ni la comunión, ni las limosnas a la Iglesia como excusas para no pagar salarios justos. Señaló también que el mejor ayuno de Cuaresma es pagar los salarios enteros- no «en negro», escamoteando la pensión y la cobertura sanitaria-, y ayudar a los necesitados.
Durante la misa de la mañana, Francisco preguntó hipotéticamente: «¿Cómo es la relación con tus empleados? ¿Les pagas en negro? ¿Les pagas el salario justo? ¿Pagas tu cuota para sus pensiones y su seguro sanitario?».
Si no se hace, la limosna no justifica pues, «tú no puedes hacer donativos a la Iglesia a costa de la injusticia con tus empleados. Es un pecado gravísimo: usar a Dios para cubrir la injusticia».
La sinceridad es parte del espíritu de la Cuaresma -los cuarenta días preparatorios de la Semana Santa-, iniciados este miércoles de Ceniza, en los que se ofrece el sacrificio de abstenerse de comer carne los viernes.
En el tono coloquial de las homilías en casa Santa Marta, el Papa subrayó la importancia de la sinceridad del corazón presentando como hipócrita a quien diga: «Hoy es viernes, no se puede comer carne... Me haré un hermoso plato de marisco, un pequeño banquete… y así evito la carne».
En la misma hipocresía caen los que valoran los tres primeros mandamientos, referidos a Dios y descuidan los otros siete referidos al prójimo.
Francisco dejó claro que «no es buen cristiano quien no hace justicia a las personas que dependen de uno, quien no se desprende de algo para dárselo a quien sufre necesidad».
E insistió en que el camino de la Cuaresma «es doble: es Dios y el prójimo. Es real, no es formal. No consiste en abstenerse de carne el viernes y hacer alguna cosilla buena, al tiempo que se deja crecer el egoísmo, la explotación del prójimo, el ignorar a los pobres».