19 de octubre de 2017

AYUDA EN EL SOSTENIMIENTO ECONÓMICO DE NUESTRA PARROQUIA



AYUDA EN EL SOSTENIMIENTO ECONÓMICO DE nuestra PARROQUIA


PUEDES INGRESAR TUS DONATIVOS A NOMBRE DE 
"PARROQUIA SANTIAGO APÓSTOL DE CIGALES" EN CAJA MAR, 
MEDIANTE SUSCRIPCIONES MENSUALES, TRIMESTRALES, ANUALES O PUNTUALES

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TODO EL QUE QUIERA PUEDE PEDIR CERTIFICADO DE SUS DONATIVOS PARA DESGRAVAR EN LA DECLARACIÓN DE LA RENTA.

GRACIAS A TU AYUDA, HEMOS PODIDO LLEVAR A CABO MUCHOS PROYECTOS, PERO TENEMOS PREVISTOS MUCHOS MÁS PARA RESTAURAR COMPLETAMENTE NUESTRA IGLESIA.

¡¡¡¡EL MANTENIMIENTO DE NUESTRO PATRIMONIO ES TAREA DE TODOS!!!!

MUCHAS GRACIAS.





15 de octubre de 2017

MODO DE ORAR SEGÚN SANTA TERESA DE JESÚS






I. QUÉ ES ORAR
 Te invito a algo tan sencillo como vivir la amistad con Jesús y cultivarla en el silencio, en el encuentro personal … en la oración.
Como toda amistad, necesita algunas condiciones para que dure y se haga más fuerte. Para llegar a ser orante necesitas cuidar:
  • Tus relaciones con los demás: respeto, amor, solidaridad, perdón…
  • Tu relación contigo.
  • Tu relación con Jesús.
Y algo más: “determinada determinación“. Sólo si comienzas con decisión y entusiasmo, sin importarte las dificultades (que llegarán), con constancia, encontrarás los frutos duraderos de la amistad con Jesús.
 II. ANTES DE EMPEZAR
Pasamos al momento concreto de la oración. Si quieres empezar de cualquier modo, puedes encontrar muchas dificultades. Para “ponernos en situación”, te pueden ayudar estas pequeñas pautas:
  • Busca un ambiente adecuado y silencio.
  • Prepara un texto del Evangelio, quizá un símbolo, un canto o alguna imagen: te ayudará a fijar la atención en Jesús.
  • Toma una postura relajada que te ayude a centrarte, a situarte desde dentro.
  • Poco a poco, toma conciencia de tu respiración, de tu cuerpo, de tu interior para estar en ti sin dispersión..
  • Centra ahora tu atención en Jesús, en su presencia amorosa en ti y en todo.

III. ENTRANDO EN LA ORACIÓN.
Ahora tienes que encontrar tu propio modo de orar, según tu modo de ser, tu sensibilidad y tu situación. Lo importante está en volvernos a Jesús, contemplarle y penetrar en su misterio con ayuda de su Espíritu.
Te pueden servir estas sugerencias:
  • Representarlo vivo en tu interior.
  • Mirarle adentrándote en alguna de las escenas evangélicas.
  • Contemplar una imagen de Jesús o repetir una frase breve que exprese lo que quieres decirle.
  • Recitar muy pausadamente el Padre nuestro, su oración, saboreándola.
Es bueno discurrir un rato, profundizar, comprender… pero esto no debe ser el centro del orar. La amistad es cosa del corazón…

IV. MÁS ADENTRO.

El centro de nuestra oración es la persona de Jesús. No importa cómo hayas entrado, la clave está en permanecer a su lado, dejarte mirar, escucharle, acoger su luz para conocerle a Él, penetrar en su misterio desde tu propio corazón y dejarte envolver por su presencia.
Estate allí, acallado el entendimiento, mira que te mira, acompáñale y habla y pide y regálate con Él. Pídele que aciertes a contentarle siempre, porque de Él te ha venido todo bien”
Es tiempo de recibir el don de Dios, de dejarle a Él la iniciativa para obrar, momento también de responder: Una palabra, un gesto, un sentimiento, una petición. Sobre todo, tiempo de reconocer y agradecer -¡su amor hace obras grandes!-, tiempo de pedir conocer su voluntad, cómo te sueña Dios en tu vida concreta.

V. ALGO SE MUEVE.

La oración no es un momento, es un camino. Te irá descubriendo poco a poco quién es Jesús, su misterio, sus valores, su propuesta, sus sentimientos y el amor con que te acoge y te busca… Al mismo tiempo, te ayudará a conocerte personalmente de otro modo, quién eres y cómo vives. Mirar a Jesús y mirarte tal y como Dios te ve y te sueña. No descuides esto, aunque no sea lo central, porque sólo así podemos vivir en la verdad. No hay oración sino en la verdad ¡como la amistad!.
También se irá concretando la llamada que Jesús te hace a vivir en libertad interior, la auténtica que da el Evangelio. Sean cuales sean tus circunstancias, te invita a vivir con Él y como Él. Ser orante es vivir el seguimiento de Jesús con todas las consecuencias.

VI. Y ¿DESPUÉS?

Con frecuencia, la oración será tiempo de paz, de alegría interior, de luz… pero no siempre. Tu momento personal, tu situación, el cuestionamiento que encuentras en la oración… hacen que los sentimientos  que nacen en la oración sean siempre distintos.
No evalúes por esto tu oración. Lo importante es que se produzca el encuentro, que tu actitud sea de atención amorosa y escucha. Recoge las luces que hayas recibido, agradece la presencia del Señor y su amor, la sientas o no. La oración es cuestión de fe, de tiempo, de constancia… y de compromiso.
Mira hacia fuera ¿acaso no empiezas a verlo todo de otra manera? Los demás, la vida da cada día, lo que sucede en el mundo tiene ya otros colores, colores de esperanza y de amor.

VII. LA HUELLA DE ORAR

La oración deja huella en nuestro interior, “deja dejos”. No se trata de tener muy buenos deseos, ni de hacer eso que llaman “buenos propósitos”. La oración, como la amistad, es sobretodo un DON, un regalo que, acogido desde el corazón, va haciendo crecer  algo nuevo, nos cambia. Y eso se nota por fuera, son esos “dejos confirmados con obras”.
Todos los sentimientos que puedan surgir en la oración tienen una importancia relativa. Lo fundamental es que esa obra de Jesús en ti, unida a tu respuesta, se va reflejando en otro modo de estar y actuar en la vida con otros valores, otros criterios, otros sentimientos profundos. Él nos ama sin medida ni condiciones. Amarle no es cosa de palabras bonitas, “sino servir con justicia y fortaleza y humildad”. Buen camino

11 de octubre de 2017


INTENCION DEL PAPA PARA EL MES DE OCTUBRE
Universal: Derechos de los trabajadores y desempleados. 

Por el mundo del trabajo, para que a todos se pueda asegurar el respeto y la protección de sus derechos y se dé a los desempleados la oportunidad de contribuir a la construcción del bien común.

Oración:
Dios de bondad, al crear el mundo, confiaste al hombre el cuidado de la creación. Por el trabajo de sus manos, el hombre garantiza su subsistencia. Pero tantas personas viven hoy privadas de sus derechos, en condiciones precarias de empleo, que causan grandes preocupaciones en relación con su futuro y sus familias. Mirando a tantas personas que no tienen trabajo y viven diariamente el drama de ver frustrados sus proyectos de vida.


Te pedimos, Señor, que acompañes con tu gracia a todos los que viven estas dificultades y que toquen los corazones de quienes deciden las políticas de empleo, para que se procure condiciones dignas de trabajo y sustento, para bien de la sociedad.


Desafíos para o mes:
1 Rezar por quien está desempleado, para que no pierda la esperanza, ni desista de buscar alternativas.

2 Acercarse a algún pariente o conocido que esté desempleado y ofrecerse para ayudar en lo que sea posible.


3 Estar atento a las oportunidades de empleo que surjan y divulgarlas para darlas a conocer a quien lo necesita.