|
Pongámonos delante del Corazón de
Jesús
Y, lo hagamos como lo que somos:
pecadores.
¡Son tantas cosas las que nos separan!
¡Son tantas las personas a las que mantenemos a distancia!
Acerquémonos al Corazón de Cristo:
Un corazón ligero; no tiene rencor
Un corazón limpio; no ha conocido el
odio
Un corazón inmaculado; no se ha dejado
coger por la impureza
Un corazón esponjoso; no se ha dejado
aprisionar por las ofensas
¡DANOS TU PERDON, CORAZON DE JESUS!
Un hombro, con resorte perdonador, es
más fuerte
Un hombro, con carga de odio, es débil
Un corazón, con dosis de amargura, no
vive
Un corazón, emergiendo en perdón, es
felilz
¡DANOS TU PERDON, CORAZON DE JESUS!
Porque, sin mirar a tu perdón, el
nuestro queda muy corto
Porque, sin sentirnos perdonados, es
difícil que perdonemos
Porque, aún siendo perdonados, sabemos
guardar deudas pendientes
¡DANOS TU PERDON, CORAZÓN DE JESUS!
Para que perdonemos, olvidando
Para que perdonemos, olvidándonos de
nosotros mismos
Para que perdonemos, no olvidando tu
perdón
Para que perdonemos, olvidando lo que
hemos cedido a cambio
¡DANOS TU PERDON, CORAZON DE JESUS!
Porque, caminando como Tú lo haces,
con alma perdonadora
Es como mejor se vive en la vida
Como más ligero se marcha por los
caminos
Y como más peso se quita a la cruz de
cada día.
¡DANOS TU PERDON, SEÑOR!
|
No hay comentarios:
Publicar un comentario