30 de marzo de 2017
25 de marzo de 2017
Paloma Gómez Borrero D.E.P.
Nuestra parroquia recuerda con inmenso cariño el paso de Paloma Gómez Borrero por la iglesia, con motivo del Año de Santa Teresa. Ella nos ofreció un recital con texto de la Santa.
Nuestro más sincero pésame. Que descanse en paz, en esta mujer que tanto bien ha hecho a través de la profesión del periodismo.
18 de marzo de 2017
15 de marzo de 2017
14 de marzo de 2017
12 de marzo de 2017
11 de marzo de 2017
Homilía P. Juan Carlos - Domingo 2º Curesma - Ciclo A
La Cuaresma va creando en nosotros un sujeto, es decir, un ser humano
capaz de acoger a Dios en su vida, y que este hecho cambie su vida para
siempre. Podríamos decir que la cuaresma nos intenta purificar para que Dios
resida en nuestro ser para siempre.
Ciertamente enamorarse no depende de la elección solo de uno, sino de
las dos partes, pero lo cierto es que Dios ama a la Iglesia como esposa, y a
nosotros nos ama como hijos, pues Él es como un Padre-Madre. Por tanto, la
cuaresma nos previene del des-Amor, para suscitar en nosotros un deseo hondo y
una apuesta por el Amor. Ese Amor es el capaz de realizar con nosotros una
Alianza perpetua, que Él nunca rompe; y que nos asegura que la presencia de
Dios es cercana a nosotros siempre, no solo cuando estamos en momentos –como
nos cuenta el Evangelio hoy- de consolación espiritual, esos momentos en los
que no dudamos y decimos esto es de Dios.
Lo hemos escuchado en la Palabra de Dios, el Señor llama a Abrahán, y
le invita a salir de su tierra. Queridos hermanos, esta palabra pretende
iluminarnos a nosotros en la actualidad: somos un pueblo, el Señor nos quiere
unidos, somos el nuevo Pueblo de Dios, la Iglesia, y es con esta, nuestra
Madre, con la que Él se desposa, en alianza eterna. Dios eligió un pueblo,
eligió en este caso una persona, Abrahán. Hoy también Dios nos llama a formar
este pueblo que coincide con su Cuerpo, nos llama por nuestro nombre y nos
invita a emigrar del rencor, del sectarismo, de la murmuración, etc.
10 de marzo de 2017
8 de marzo de 2017
7 de marzo de 2017
5 de marzo de 2017
4 de marzo de 2017
Homilía - Domingo 1 Cuaresma - Ciclo A
La cuaresma que acabamos de comenzar se corresponde con el Ciclo A, cuyo hilo conductor será el bautismo. Por eso se dice que el tiempo de la cuaresma es un tiempo de preparación para los sacramentos de la Iniciación cristiana, especialmente el Bautismo. Así los textos bíblicos de los distintos domingos nos van proporcionando materia para reflexionar en torno a la conversión que es lo que pretende el itinerario catequético. La reflexión, o mejor dicho, la oración, el diálogo con Dios nos invita a entrar dentro de nosotros mismos, a dejarnos iluminar por la Luz del Señor, iluminar nuestros bajos, descubrirlos y desterrarlos de nuestra vida, y si es posible para siempre.

Hoy hemos escuchado unas lecturas, todas ellas, que van encaminadas a presentar el pecado, a desenmascararlo, pues en muchas ocasiones este es muy sutil y se disfraza de mil maneras para –incluso- autoengañarnos.
El libro del Génesis nos presenta el pecado del Edén, especialmente nos presenta el pecado de nuestros primeros padres y concretamente lo protagoniza en Adán. El texto nos dice que por él nos vino la culpa, la esclavitud, pues el pecado nos esclaviza de tal manera que nos impide ser cómo realmente somos y nos obliga a ser como la sociedad quiera o nuestros instintos o impulsos, pues generalmente no hacemos el bien que queremos sino el mal que no queremos. Pero a veces hacemos, también, el mal que queremos, es decir, a sabiendas.
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