El viernes día 7 un grupo de niños de catequesis, acompañados de algunos catequistas y madres fueron a visitar a los ancianos de la residencia El mirador de Cigales.
Los mayores escucharon, aplaudieron. Alguno se animó a cantar un villancico, otro a recitar un poema. Muchos, los más, sonreían y agradecían la visita.
Con la excusa de ir tomando fotos, observaba a unos y a otros. Los detalles de cuidado y cariño de las trabajadoras del centro no se me pasaron por alto.
Entre villancico y villancico, se me acercó tímidamente un señor. Me pidió a ver si podía sacarlos a él y a su señora " para que nos vean los nietos"
-"Pues no faltaba más" respondí, con una sonrisa por fuera y el corazón algo tocado.
Hay quienes asocian la Navidad con el adjetivo " grande" Grandes cenas, grandes premios, grandes festivales. Sin embargo, este viernes cobró sentido lo pequeño. Pequeños detalles, pequeños gestos. Cariño. Luz. Alegría. Y en medio de todo; Jesús en las caras de niños y mayores. Todo un regalo de Navidad.
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