MONICIÓN DE ENTRADA
Hoy
celebramos la Solemnidad de la Inmaculada Concepción. Dios escogió a María,
aquella muchacha sencilla de Nazaret, y la llenó con su gracia y su bondad
respetando su inmaculada vida. Hoy, en medio de este tiempo de espera de la
venida del Señor, la contemplamos a ella y celebramos al Dios que hace obras
grandes. María, escogida como madre del Salvador, ha sido liberada del pecado y
esta gran obra de Dios es también un anuncio de vida para nosotros: es el
anuncio de que Dios realiza su proyecto salvador para la humanidad entera.
ORACIÓN DE ADVIENTO
Los profetas
mantenían encendida
la esperanza de
Israel.
Nosotros, como un
símbolo de esa esperanza,
encendemos esta
segunda vela.
El viejo tronco
está rebrotando,
florece el
desierto.
la humanidad entera
se estremece
porque Dios se ha
sembrado en nuestra carne.
Que cada uno de
nosotros, Señor,
te abra su vida
para que brotes,
para que
mantengas en nuestro corazón encendida la esperanza.
¡Ven pronto, Señor.
Ven, Salvador!
No hay comentarios:
Publicar un comentario