El pasado domingo celebramos en nuestra parroquia la Solemnidad de Pentecostés. Nuestro párroco nos dijo en la Misa Familiar que es el día en el que celebramos como el cumpleaños de la Iglesia, porque un día, hace casi 2.000 años, después de que Jesús ascendiera a los cielos, derramó sobre María y los discípulos, en el cenáculo, el Espíritu Santo. Y así comenzó la Iglesia.
Por esta razón un gran regalo se encontraba a los pies del altar. Ese regalo era de Jesús para su Iglesia. Los niños que hicieron su primera comunión el pasado domingo, y algunos otros, se encargaron de abrirlo para todos nosotros. El regalo es para todos. ¡Qué sorpresa!, allí se encontraba una imagen del Espíritu Santo y multitud de lenguas de fuego en las que venía escrito un don.
El P. Juan Carlos encomendó a los niños (envió) a entregarlas a los fieles que en ese momento nos encontrábamos celebrando la Eucaristía. A unos les tocó: sabiduría, a otros, buen consejo, temor de Dios, fortaleza, piedad, entendimiento y ciencia.
A cada uno de nosotros el Señor nos ha dado un gran regalo, hemos descubrirlo y compartirlo.
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