28 de febrero de 2017

Homilía P. Juan Carlos - Santo Ángel de la Guarda

SANTO ÁNGEL DE LA GUARDA 2017

            El inicio de la Cuaresma nos ha obligado a cambiar de fecha la fiesta del Santo Ángel de la Guarda. Aunque como sabéis en el actual santoral esta fiesta se celebra como “Santos Ángeles Custodios” cada 2 de octubre.
            Para un cristiano el Año litúrgico es el que nos va marcando el ritmo de nuestra vida de fe. Pasan los años y aún nos cuesta saber porque unas cosas son así y otras no. Para eso estamos los sacerdotes, los catequistas, los profesores de religión, etc. para mostrar el camino de nuestra religión, para como el Santo Ángel de la Guarda, custodiarla y saborearla en todo su esplendor y no tanto dejarnos llevar y acatar lo establecido.
            En este sentido, nosotros habremos de dejarnos enseñar, fiarnos, y como viene a decir el Papa Francisco tenemos que dejar de decir y sentir: “esto siempre se ha hecho así”. Seamos cristianos abiertos a la novedad y permitamos que la Iglesia navegue con el viento que el Espíritu Santo anima, y no la moda del momento. Por el contrario, habremos de ser personas abiertas al desafío que la Iglesia nos presenta ante el mundo actual, en el que hoy más que nunca a los cristianos nos corresponde ser misioneros, “Iglesia en salida”, una Iglesia que ofrece sus brazos dentro y fuera del templo, y no vivamos encorsetados a costumbres, sino que vivamos nuestras tradiciones en profundidad y en estado de servicio. Por eso muchas veces nos verán que vamos contracorriente, sí, la inercia a muchos les lleva al vacío y a la superficialidad; sin embargo, nosotros hacer la voluntad del Padre nos lleva a luchar y estar en actitud de disponibilidad. Y esto gracias a Dios y al Santo Ángel de la Guarda que –si nos dejamos- nos anima y protege; ¿de qué? del diablo, es decir, de aquel ser que nos quiere apartar de la Gracia de Dios.
Los cristianos tenemos dos grandes fiestas anuales: la Navidad y la Pascua. Son tiempos, decimos, fuertes, para los que nos preparamos con mucha antelación: para la Navidad con cuatro semanas, que llamamos Adviento y para la Pascua con 40 días, que como sabéis muy bien, llamamos Cuaresma. La Navidad dura hasta el domingo después de la Epifanía, Reyes, y la Pascua prosigue 50 días, hasta Pentecostés inclusive. Durante todo este tiempo la Iglesia nos ofrece lecturas de la Biblia para reflexionar el momento, para que a la luz de la Palabra de Dios se nos ilumine el camino. Sin luz estamos abocados a las tinieblas y a dar golpes de ciego. Mañana comenzaremos la Santa Cuaresma y la inauguraremos con el signo de la ceniza, pues lo que se impone sobre nuestra cabeza es lo que estamos llamados a ser: ceniza. Poca cosa somos, ¡y cuánto nos creemos! Sin embargo, este tiempo, como el Adviento, es de preparación, las fiestas importantes son la Navidad y la Pascua. Y durante esos tiempos estamos tan centrados en lo que toca, que no encaja otra cosa. Durante el tiempo ordinario, sí podemos celebrar otras efemérides.
Finalmente, una cosa que me parece muy importante. Hoy el tiempo en el que vivimos no es de cristiandad, como hace unos años. Vuelvo a decir, los cristianos de hoy hemos de ser misioneros, en nuestras familias principalmente, nuestros amigos, cofradía, parroquia, lugar de trabajo, etc. Hemos de ser cristianos auténticos. Nadie se tiene que dejar llevar por los números. En esta villa, muchas veces se hace poda en verde en las viñas, no es tanto la cantidad sino la calidad, y la calidad comienza por no ser cristianos por costumbre, sino por convicción; cristianos que llevan una vida moralmente cristiana, que se forman cristianamente, educan en la fe a sus hijos y celebran la Eucaristía los domingos.
Ahora estáis actualizando los estatutos de vuestra cofradía, o asociación de fieles, conforme al actual Código del Derecho Canónico; os doy la enhorabuena por ello, todas las cofradías lo deberían hacer. Cofrade es aquel que desea tener una especial vinculación con el Señor y para ello se sirve por medio de un santo o por la Virgen María, vosotros habéis elegido ser cofrades del Santo Ángel de la Guarda, vivid vuestro grupo como una fraternidad, tal y como os decís “hermanos”, cuidado en convertir esta cofradía en una simple “peña” o “grupo de amigos”. Las peñas y los grupos de amigos, Dios los bendice, pero la cofradía es algo más, tal y como estáis recogiendo en los estatutos.
¡Feliz día del Santo Ángel de la Guarda para los cofrades y para toda la parroquia!

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