3 de junio de 2012

"Cenar con los amigos"

El próximo domingo celebraremos la solemnidad del Corpus Christi, día en el que miramos a Jesús Sacramentado, y le agradecemos su presencia real y viva en la Eucaristía. Teresa Blasco, catequista de nuestra Parroquia, comparte con nosotros una bonita reflexión acerca de la Eucaristía. Que la disfrutéis, y que nos ayude a caer en la cuenta del gran amor que Jesús nos tiene. 


Es bueno y necesario comer con los amigos. Son un bien preciado. La familia que uno elige, que dicen. Aquellos con quienes una ha escuchado las mismas canciones, ha leído los mismos libros y bailado hasta gastar las mismas alpargatas. Aquellos que estaban ahí cuando nadie estaba, sin pedir cuentas y dispuestos a lo que fuera. Aquellos que, aún conociéndola a una, la siguen queriendo.Por eso me gusta tanto cenar con mis amigos. Es mi modo de celebrar la vida. De alegrarme por adelantado por todo lo que nos quede por vivir, y de disfrutar el hecho de que un día ellos me salieran al encuentro y se quedasen. Es bueno saber que vendrán y que no tengo que hacer nada para convencerlos de que soy la persona más estupenda del mundo; ¡porque se lo creen!. Prepararlo todo, decidir qué comemos, elegir el vino, las velas, los manteles... disfruto mucho de todo esto, porque sé que mis amigos se fijarán en cada detalle y se darán cuenta de que pienso en ellos, de que los quiero. 

A Jesús también le gustaba cenar con sus amigos. Todos los evangelistas lo describen en más de una ocasión, celebrando la vida. Sí,sí,sí. Cristo come, va de bodas, visita a unos y a otros, se va al monte con los amiguetes, o a pescar... La última cena, es esencialmente, una celebración de la vida, en su sentido más pleno.Porque en ella, en cada pequeño gesto, está Cristo dándose, como quien les prepara una comida a los amigos, para que sepamos que nos quiere. Que es él el que ha estado ahí en cada recodo de nuestra historia, a las duras y a las maduras. Que se sabe nuestras arrugas y nuestros dolores. Que lo da todo. Que, conociéndonos, nos quiere. Y que nos espera, a la vuelta de cualquier esquina, para quedarse.

2 comentarios:

  1. Querida Teresa,

    Agradezco mucho tu experiencia de cenar con los amigos y de cenar con Jesús el Señor. Agradezo la sencillez y transparencia con que las cuentas. El Espíritu sigue soplando en cada uno de nosotros. Se prolongan los testimonios de la noche de Pentecostés. Día en que la Iglesia nace y el Espíritu que aletea en nosotros nos urge a dar testimonio, porque es Él mismo el que quiere hablar pero lo ha de hacer a través de los signos, de las personas, de la Iglesia, del mundo; lo quiere hacer a través tuyo y ahora se nota.

    Gracias, sigue así, deja que el Espíritu fluya por tus venas y comunícanos tu experiencia.

    P. Juan Carlos

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    1. Dios sabe, nosotros, ¡tanteamos!. Gracias a tí, Juan Carlos. Y gracias a la Parroquia de Cigales, lugar donde quedarse.

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