17 de noviembre de 2011

Los libros que me gustan: "Cinco panes y dos peces"

Teresa es catequista en nuestra Parroquia. Ella ha querido colaborar en este día enviándonos esta preciosa reflexión. Ya desde ahora se lo agradecemos, y os invitamos a participar con vuestras reflexiones enviando la colaboración a parsanap@gmail.com

Dejamos la palabra a Teresa:


Hay muchos libros que me tocan el corazón. Entre ellos, últimamente ha caído en mis manos "Cinco panes y dos peces", escrito por el Cardenal. F.X. Nguyen van Thuan, durante los terribles años de su encarcelamiento por el régimen comunista. Es este un libro que cala hondo, más allá de lo evidente. Son emocionantes los detalles de la detención, cautiverio y posterior liberación del entonces Arzobispo Nguyen van Thuan; nada morbosos, sino sencillamente expuestos, con la calidad y calidez que emana de quienes llevan dentro el Espíritu de Dios. 


Sin embargo, no es esta la principal cualidad de este librito, breve e intenso, que si uno quiere se lee en una tarde, y que sin embargo, requeriría de unas cuantas horas de meditación y oración para impregnarse realmente del mensaje que se transmite en él. Decíamos que no es sólo el testimonio vivo de la dureza del encierro, de la pretendida "reeducación", lo que conmueve. Lo que realmente lo sacude a uno por completo es ver cómo un hombre lleno de Dios, es consciente de que cada uno de sus minutos será dedicado al Amor- sí, con mayúsculas- a un amor entregado, el amor de Dios. 

Frente a la espera resignada de otros, Nguyen Van Thuan decide vivir el amor de Cristo, glorificar su nombre, alabarlo cada vez que respire. Consigue celebrar la eucaristía cada día con una gota de vino y dos de agua en la palma de su mano. Se las arregla para repartir la comunión desde los 50 cms de mosquitera que le asignan en el "Centro de Reeducación". Entabla relaciones de verdadera entrega, amor y dedicación con sus propios guardianes. Y eso, todo ello, le confiere autoridad. Una autoridad imbatible. No violenta. No impuesta. La autoridad del Espíritu. Imposible sustraerse a la fuerza de este testimonio de la Iglesia perseguida en Asia. Tan lejos, tan cerca. 

Mª Teresa Blasco Quílez

1 comentario:

  1. Conozco un poco la historia de este cardenal y la de tantos otros sacerdotes que hoy, todavía, están en la cárcel por creer en Jesús.

    Desde hace mucho tiempo siempre me impresionó este tipo de personas que son capaces de entragar su vida, en fidelidad, por el amor que siento por el Señor. Son mártires en vida, es decir, testigos de Jesús sin miedo a las consecuencias.

    Agradezco a Teresa, catequista de mi parroquia, que comparta con todos nosotros no solo el argumento del libro sino el poso espiritual que le ha dejado en ella. Esta es una da las notas por donde habrá de ir la "nueva evangelización": dar testimonio de la fe, ser testigos como este cardenal, este sacerdote del Señor que se entraga por Jesús y por sus hermanos.

    Probablemente su libertad no depende de estar dentro o fuera, aunque todo ayuda, sino que la libertad la recibió cuando nació y recibió el bautismo. Hoy, en prisión, tiene una gran misión: dar testimonio del Señor muy identificado con Él.

    Gracias Teresa. Muchas gracias, con tu testimonio cuenta -también- la Iglesia.

    Un abrazo.

    P. Juan Carlos

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