El bautismo de Ainara Mishelle celebrado el pasado sábado, 27 de diciembre, marca un acontecimiento importante en la vida de nuestra parroquia.
Esta familia de origen colombiano, con afecto por nuestro pueblo y parroquia, concluye el volumen nº 28 de los libros de bautismos de nuestra parroquia. Dicho libro se comenzó en el año 2003 y desde entonces podríamos decir que se han celebrado en nuestra parroquia casi 500 bautismos.
El siguiente bautismo que celebremos, ya en el año 2015 iniciará el volumen nº 29.
Fue el Concilio de Trento el que vino a instaurar la obligación de archivar la documentación eclesiástica a nivel diocesano y parroquial, haciéndose eco de una praxis bastante extendida en el viejo continente y que en algunos casos se remontaba a los primeros siglos de la historia eclesial. Las constituciones tridentinas ordenaban que los párrocos, vicarios, curas y rectores de iglesias debían llevar y conservar los libros y los documentos que fuesen necesarios como constancia del ejercicio ministerial, comenzando por los de sacramentos que serían uniformes y comunes en todas las parroquias.
En el caso de la corona española, hizo obligatorias estas disposiciones el rey Felipe II por el decreto del 12 de julio de 1564 las cuales fueron aceptadas sin mayor resistencia ya que hacía por lo menos dos siglos que existían archivos parroquiales.
En el archivo parroquial de nuestra parroquia se encuentran solo los volúmenes de cien años para acá, el resto se encuentran en el archivo de la catedral donde allí hay mayor seguridad y el nivel de conservación (temperatura y humedad) es más adecuado.
No hay comentarios:
Publicar un comentario