6 de mayo de 2012

¡GRACIAS, MADRE!


Por tus manos que, siempre abiertas,
me sostenían cuando las mías amanecieron a la vida
Por tus entrañas en las que, sintiéndome sólo tuyo,
me empujaron como don y regalo para el mundo
Por tu fe que, arrancando desde el cielo,
siempre supo que era bendición de Dios.
¡GRACIAS, MADRE!
Por tu corazón que, sin reloj ni calendario,
supo o sabe aguardar y servir sin esperar nada a cambio
Por tus ojos que, entumecidos por la emoción de mi existencia,
supieron mirar hacia el horizonte para darme calor y cobijo
Por tus pies que, en el camino inseguro o firme,
buscaron siempre el dejar huella por las cuales guiarme
Por tu pensamiento que, lúcidamente y serenamente,
intentó poner su razón y su ser en el fruto de tu amor sin límite
¡GRACIAS, MADRE!
Un sólo día no sólo es suficiente para estar a tí agradecido
Un sólo día resulta escaso para decirte lo mucho que te quiero
Por eso, en este domingo de mayo,
cuando la primavera resplandece y nos habla en su esplendor
déjame que te diga que, entre todo, eres lo mejor
Que, aunque no sepa como expresarlo, eres importante
Que, aunque no te lo diga, eres insustituible
Que, si Dios es amor, tú eres fotocopia de toda su ternura
Por todo eso, y por mucho más,
felicidades madre¡¡¡¡¡

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