14 de enero de 2015

La enseñanza de la Religión como bien común


El hecho de que el Real Decreto 1105/2014 pueda aplicarse discrecionalmente en CCAA y centros escolares supone que el Gobierno de todos los españoles no está aplicando adecuadamente los Acuerdos firmados con la Santa Sede en 1979 y plenamente constitucionales en razón del bien común que supone la educación, instrucción y cultura integral (Constitución Española de 1978, art. 27, 2 y 3).

Ofrecer la enseñanza de la Religión en la escuela, incluida la etapa de Bachillerato, es un deber del Estado y corresponde a los padres el derecho/deber de solicitar para sus hijos, en el ejercicio de su libertad, una educación acorde con sus convicciones; por esto la asignatura de Religión es de libre elección (Constitución Española de 1978, art. 16).

En un escenario posible, la aplicación del currículo básico propuesto por el Real Decreto 1105/2014 permitiría la desaparición de la enseñanza de la Religión en la etapa de Bachillerato. Esto significaría que muchos jóvenes sufrirían una pérdida cultural muy significativa ya que laasignatura de Religión posee su propio estatuto epistemológico: presenta un diálogo entre fe y cultura, promueve la convivencia pacífica, justa y solidaria entre las personas y favorece el discurso interdisciplinar en el ámbito académico, imprescindible para proporcionar a las nuevas generaciones un saber integral.


Una petición al presidente de la Junta de Castilla y León


Por todo lo dicho, desde la Delegación diocesana de Enseñanza le pedimos al presidente de la Junta de Castilla y León que vigile la aplicación del Real Decreto 1105/2014 en nuestra región, y ponga en marcha los mecanismos necesarios para garantizar que los alumnos y las familias que cuentan con la Religión como asignatura fundamental puedan seguir contando con ella en condiciones horarias dignas (condiciones que también deberían garantizarse en la Enseñanza Secundaria Obligatoria).

Porque, lo realmente importante son los beneficios académicos y humanos que aporta laasignatura de Religión al alumno: le permite conocer las raices de nuestra Nación y comprender los elementos que sostienen nuestra cultura; le permite interpretar y disfrutar mejor las obras de arte; le permite descubrir que las Constituciones democráticas, muchos  Tratados Internacionales y la Declaración de los Derechos Humanos tienen un trasfondo ético/religioso; y, en definitiva, permite que cada persona tenga la oportunidad de desarrollarse en libertad y plenitud, gracias a la adquisición de principios y valores que dan sentido global a su existencia.


Julia Gutiérrez Lerones, 
Delegada de Enseñanza de la diócesis de Valladolid

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