El sábado, 10 de enero, las parroquias de Cigales y Corcos del Valle, nos dirigimos hacia la villa de Medina del Campo, para honrar el V Centenario del nacimiento de Santa Teresa de Jesús.
Una niebla muy densa y mucho frío nos acompañó, prácticamente, durante toda la jornada. Por un lado, se siente la pena por no poder contemplar todos los monumentos en su verdadera magnigtud, pero por otra nos hacemos a la idea de los tormentos y dificultades por los que tuvo que pasar Teresa de Jesús para llevar a cabo la misión que el Señor le encomendaba.
Como digo, pese al tiempo, "buena cara" en todo momento.
Realmente, fue un día muy intenso en el que hicimos muchas visitas y no nos dio casi tiempo para descansar. Hay que dar gracias a Dios por la resistencia que tienen muchas de las personas mayores que nos acompañaban.
Algo muy importante es que la peregrinación a Medina del Campo estuvo bendecida desde su origen, me refiero al momento en el que comenzamos a pensar la posibilidad de ir.
Damos muchas gracias a Toñi y Emiliano, catequistas en la colegiata de "San Antolín" de Medina del Campo que nos hicieron esta propuesta, nos han acompañado en la realización de la misma y así nos han acogido y guiado por Medina, muchísimo mejor de lo que acogieron los medinenses -en aquel tiempo- a la Santa.
Bueno, la primera parada fue visitar el Palacio Testamentario en la plaza Mayor. Es muy interesante saber las inquietudes de la reina Isabel, para ello -no cabe duda- que a muchos de nosotros nos ha ayudado seguir la serie "Isabel". En aquel lugar, Teo, nos relató una poesía que aprendió de niña en la escuela y que resumía claramente el testamento de su católica majestad la reina Isabel.
También visitamos el castillo de La Mota, sus alrededores, las casas de la antigua villa prerromana. El castillo entre la niebla y los graznidos de los cuervos, le daban un aspecto totalmente de película.
Antes de comer, nos dirigimos al Santuario Diocesano de Nuestra Señora del Carmen, regentado por los PP. Carmelitas, de la misma orden de San Juan de la Cruz, donde el prior, P. Francisco nos acogió muy amablemente, poniendo la casa a nuestra disposición. Un agradecimiento muy especial para él.
Tuvimos la celebración de la Eucaristía, desde nuestra gran devoción a la Virgen del Carmen. Nuestro párroco nos habló de la gran devoción que Santa Teresa de Jesús tenía a la Virgen, y para ello citó algunas de sus frases, así como contemplaciones. Jesús era todo para Teresa, pero María era mediadora.
Comimos muy bien, de una manera muy fraternal, gozando por la alegría de estar juntos.
Por la tarde teníamos la visita al convento de San José de las MM. Carmelitas en Medina del Campo. 2ª fundación de la Santa. Allí pudimos conocer más sobre su vida, pero también -como algo inédito- el lugar que ella fundó, que se encuentra hoy, tal y como ella lo llevó a cabo.
Y también pudimos ver en el Museo de las ferias, una exposición sobre Santa Teresa, San Juan de la Cruz, los carmelitas, etc.
Nos quedamos con las ganas de poder visitar la colegiata de "San Antolín", pero el frío, la noche, el cansancio, ya pudo con nosotros, y regresamos a casa felices y contentos.
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